Peregrino Buen Camino.

  Lo prometido es deuda, finalizo mis pequeñas vacaciones virtuales compartiendo algunos momentos de mi Camino.

  Se me vienen muchas ideas a la cabeza aunque intentaré resumirlo en algunos perfiles y en algún que otro pensamiento. Para la parte técnica  ( km, preparación física, qué hay que llevar,  mochila sí-mochila no, sitios para alojarse…)  hay lugares interesantes en la red que nos podrán sacar de dudas.

 Antes de comenzarlo estuve “bicheando" por internet  acerca de las etapas que iba a recorrer (salimos desde Sarria). Me llamó la atención al describirla como una etapa en la que no te impregnas del sentido del Camino.

  Al respecto

 me vinieron como anillo al dedo estas frases

 que me envió alguien

 que me animó a diario en la distancia,















con las cuales hice 

estos dos perfiles 

utilizando 

algunas de las fotografías
que hicimos.

  De cada etapa me llevo mucho. Por no extenderme demasiado y dejar que cada cual lo viva y lo descubra a su manera, hoy comparto una pequeñísima parte de cada día. 

 Sarria - Portomarín.  

  Sencillamente preciosa, con la ilusión de un bonito comienzo y con algún pequeño rincón para reconfortar al peregrino en esta hermosa etapa. 

Portomarín - Palas de Rei. 

Monótona en su recorrido, aunque repleta de bonitas hortensias, de ganado y de detalles para detenerse en ellos… todo un regalo para la vista. Paradita en “Labrador” para reponer fuerzas con una buena empanada. 

Palas de Rei - Arzúa.

La primera parte es un hermoso recorrido que se hace más duro conforme vamos pasando Melide.

   

  No viene nada mal, sea la hora que sea, reponer fuerzas en Melide y tomar un delicioso pulpo y espectacular empanada de pulpo en “Ezequiel“ Cogemos así aliento para la segunda parte de subidas y bajadas.

  Como regalo para los pies un bañito para ellos en Ribadiso de Baixo. Yo diría que es una parada obligatoria, importante detalle llevar una toallita pequeña para secar bien nuestros pies que nos darán las gracias antes de llegar a Arzúa.

Arzúa - Pedrouzo.

  Etapa más liviana en kilómetros, para continuar deteniéndose y observando cada tramo del trayecto sin desperdicio (cada casa, paisaje rural, bosque…) Hacia el km 29 se agradece parar en “Casa Dolores” y tomar el riquísimo bocadillo de la casa en un ambiente muy acogedor.

Pedrouzo- Santiago. 

  Última etapa, mezcla de alegría por conseguir recorrer el Camino y tristeza porque terminamos. Es importante no dejarnos llevar por las ganas de llegar y disfrutar de estos últimos kilómetros que nos llevan a Santiago.

  Cada día ha sido especial, inolvidable. Mi principal temor era verme a mitad de camino y pensar ¿dónde me he metido? En ningún momento me arrepentí, a pesar de algún que otro dolor y los finales de etapa en los que te puede la impaciencia. Es una fuerza que une a todo peregrino (sea cual sea su motivación) y te anima a conocer personas y lugares nuevos. 

Santiago de Compostela.

  Cada cual lo siente a su manera, es algo tan personal que hay que vivirlo. Yo no pude evitar llorar cada vez que entraba en la Catedral. Es emocionante verlo todo como peregrina.

  Santiago es una hermosa ciudad, me parece un verdadero privilegio disfrutar de sus calles, monumentos y amabilidad de sus habitantes.

  No es la primera vez que hemos estado allí, por lo que, además de disfrutar de la ciudad en sí, fuimos a buscar nuestra tarta preferida de Santiago en la panadería “Mimos” (degustación indispensable)

  Conseguimos encontrar un hueco en el “El Gato Negro” (visita indispensable)

  Tuvimos una agradable cena en el hotel gastronómico “Arco de Mazarelos“ en el cual  fuimos atendidos por César. Recomendación indispensable, ya que es todo un regalo de sabores para el paladar a través de unos platos exquisitos, todo ello acompañado de un trato muy amable y encantador.

  He intentado no desvelaros demasiado el encanto de hacer el Camino. Hay que descubrirlo y, por supuesto, vivirlo cada cual a su manera. Me queda un recuerdo entrañable y espero volver a hacerlo, cada camino ha de ser único.

  Sin duda, una de las gratificaciones que me llevo es haber conocido a Julia y Pilar. Chicas, nunca olvidaré las risas antes de llegar a Palas de Rey. En esta fotografía estoy con mis peregrinas favoritas y con mi siempre compañero de camino, Mario. 

  Lo dicho, ganas de volverlo a hacer, por supuesto. 

  Tanto si os animáis a hacer el Camino como si no, 

creo que no estaría mal tenerlo presente. 

  Buen camino


Para ver más perfiles sobre el Camino de Santiago pinchad aquí 
"Buen camino" y "Buen camino II"

 Podéis seguirme en facebook, me encantará veros por allí.

 Mil gracias por vuestras visitas y comentarios.

 Mi bienvenida a quienes os animáis a acompañarme en este rinconcito.